Concédeme un último deseo, amor.
Esperando en la cama a que el tacto del sueño me cierre los ojos, reflexiono, pienso, en ti y en todo. En cambiar el espacio y el tiempo. En cambiarte por la luna, que te mira, desde mi ventana, deseosa.
Quiero ser el descuidado pájaro azul que molesta tu deseo por quedarte en la cama cinco minutos más. No quiero volver a decir 'te extraño', o escuchar tu voz gimiendo a través del aparatoso sonido del teléfono.
Todo esto diviso en una noche oscura y triste.. como todas en las que no tengo tu calor; ese calor que puede despertar mi pasión por tus ojos en mitad de la noche; y obligarme a hacerte mío, una vez más.
El mejor oro del mundo daría ahora mismo para poder oler una madrugada a tu lado, para poseer el sabor de tu suave saliva, y juguetear cuanto queramos con las miradas.
Cada vez que pienso en el tiempo, me vengo abajo; no, no está de nuestro lado, pero tu sonrisa me hace luchar y tener cada día más ganas de amar la vida porque tú estás en ella, y tú me has hecho el regalo más grande: me has dado tu corazón, envuelto en seda.
Dame tu mano, confía en mi, prometo cuidarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario