Las horas pasan lentas, el reloj contempla perezoso, la vida no parece tener mucho sentido, y el cielo se pliega gris tras de mi.
Y no necesito nada más, música tranquila y a ti al otro lado del teléfono.. así me basta, así te quiero.
Pero no estaŕe bien del todo hasta que se produzca el diálogo de nuestros cuerpos, que pueda ver que estás a mi lado, conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario