lunes, 23 de abril de 2012

A la luz de tus piernas.


Desencadena la luz de las tinieblas, corta el viento.
Ignoramos, todo el tiempo, toda la vida, la posibilidad de encontrar la caricia y el abrazo en algún detalle que no provenga de una mano amiga.
Fingimos siempre estar bien, aunque el odio nos consuma, nos hunda en el fango, nos queme por dentro, nos han enseñado así: "estar, persistir, resistir".

Sin embargo, es inútil fingir, creedme, tu mirada marca el desengaño y augura un continuo mal presagio. Las mañanas no son claras a los ojos de la indiferencia y se hace de noche muy pronto en tu cielo. Los días te miran con desdén desde tu ventana, y los demás ignoran saberlo.

Aguantando esto, y con un poco de suerte, llegará el momento, todo esfuerzo tiene su recompensa, y un día, sea por lo que sea, deberás buscar tu razón, tu ser, y verás que la vida no te mira tan por encima del hombro, que las heridas no necesitan tiritas tan grandes, y que una pequeña sonrisa puede hacerte soñar como nunca. A veces, es tan simple con que una persona especial se sienta así por el simple hecho de hablar contigo. 

Has movido algo aparentemente inamovible, y lo que queda al final, es el sentirte agradecido. Y algo así es demasiado gratificante, como que el mar se abre a nuestro paso.

Que tiemble el cielo, ya has llegado.

miércoles, 11 de abril de 2012

Ya no dudo, eres tú.

Como un rayo de luz acaparando toda la oscuridad, así has llegado, a la velocidad del párpado de un niño al ver un caramelo y con el color anaranjado de un atardecer.



¿Qué me has hecho?, nos decimos el uno al otro, ¿casualidades de la vida?, en mi opinión, encontrar la aguja en el pajar, eso ha pasado, es como quienes siempre han estado ahí, en universos paralelos, dando, durante mucho tiempo vueltas en círculos, y paf, chocan en un beso creando fuegos artificiales, y es ahí, ese es el momento, algo se acciona en sus cuerpos y creen estar hechos el uno para el otro, no sabes qué es, pero te gusta, qué digo, te encanta.


A lo que me refería con las vueltas en círculos, es que gastamos demasiado tiempo esperando el tren que nunca llega, nos hacemos heridas en el camino, irremediablemente nos sentimos totalmente solos, y la mayoría tiran la toalla. Por suerte, existen personas que en ese camino no pierden la esperanza pese a haberse hecho grandes personas por el dolor.

Es increíble encontrarse desnudos de fe ante la magia de otra aurora, el cosquilleo adueñándose de todos los lugares de tu cuerpo, la risa floja, las silenciosas sonrisas al otro lado del teléfono, pequeños detalles que te hacen estar un poquito más cerca de la locura.



Me gustaría que todo esto fuera real, que no se me escapara una vez más entre los dedos, que no se nos quede la miel en los labios, como ayer, que mañana despierte y sigas ahí.

Busco por todos lados pequeños trozos de recuerdos, de los que al final, quedo vacía.
Y ahora, no miro atrás, no espero, me tocó vivir hace tiempo, como a todos, pero yo no lo hice.



Entonces, me pregunto, ¿cómo un solo ser puede hacer que todo un mundo de soledad caiga claudicando bajo el templo del beso?, aquí es cuando te das cuenta de que ahora sí, nos lo merecemos, los dos lo hemos pasado mal, es el momento de arriesgar.




Si te ha gustado, que sepas que esto únicamente es para agradecerte haber devuelto luz a mi luna, vendrán muchas más.

Para ti.